Vincent van Gogh - Los comedores de patatas
- Detalles
- Marta Olmos
- Vincent van Gogh obras de arte
1885
Óleo sobre lienzo,
82 x 114 cm
Amsterdam, Van Gogh Museum
Es el cuadro más importante de la época holandesa de Van Gogh, fantes de establecerse en París. Aunque luego su estilo cambia notablemente con la adopción de una paleta clara y luminosa y unas composiciones menos elaboradas, para Vincent siguió siendo una de sus obras maestras: en 1887 escribió a su hermana Wil que lo conceptuaba "lo mejor que había hecho" (carta a Wil 1, otoño/invierno de 1887) y todavía en 1890 retomó el motivo en algunos dibujos ejecutados en SaintRémy. Los temas campesinos estaban muy difundidos en la pintura decimonónica, tanto en Holanda como en Francia, pero pintores como Millet e Israéls hacen una interpretación romántica de ellos. Van Gogh, por el contrario, renuncia al idilio, creando una imagen de gran crudeza y realismo.
En una mísera cabaña, de espacio angosto y desnudo, están sentadas cinco personas de distintas edades, la familia campesina reunida en el momento de la comida vespertina. La luz inestable de una lámpara hace destacar los rostros angulosos y las manos nudosas, que muestran los signos del trabajo cotidiano. Las figuras aparecen aisladas, sus miradas no se cruzan y la niña que está en la sombra dando la espalda al espectador es un factor de distanciamiento que se excluye de la escena. Van Gogh no somete a sus personajes a idealización alguna, por el contrario destaca su tosquedad utilizando colores oscuros y sucios.
En una carta a su hermano explica que ha querido subrayar que "estas personas han cavado la tierra con las mismas manos que ahora extienden hacia el plato" y añade: "Hablo del trabajo manual y de cómo se han ganado honradamente el alimento". La obra representaba para Vincent un manifiesto de su credo artístico y social, hasta el punto de que el cuadro fue preparado por una infinidad de estudios y bocetos compositivos. Van Gogh tenía la ambición de realizar un "cuadro de historia"; llegó hasta romper las amistades con Anthon van Reppard, que había criticado la obra, observando que los protagonistas, de todós modos, estaban posando.