Rafael Sanzio - Retrato del papa León X con los cardenales Julio de Médicis y Luis de Rossi
- Detalles
- Marta Olmos
- Rafael Sanzio obras de arte
1517-1518
Tabla, 155,2 x 118,9 cm Florencia, Gallería degli Uffizi
Descrito por Giorgio Vasari ya en la edición de 1550 de las Vidas, donde se dice que fue pintado en Roma y contiene tres personajes de la familia Médicis: con el papa, León X, hijo de Lorenzo el Magnífico, Julio, hijo ilegítimo de Juliano (y futuro para Clemente VII) y Luis de Rossi, hijo natural de una hermana de Lorenzo el Magnífico. El 1 de septiembre de 1518 el cuadro fue enviado a Florencia; el 8, Alfonsina Orsini, madre de Lorenzo de Médicis duque de Urbino escribe que la pintura estuvo expuesta en las bodas de su hijo con Maddalena de la Tour d'Auvergne y produjo la sensación de que el papa estaba presente en la unión, privada pero también política, que consolidaba, precisamente por medio del pontificado de León, el poder de la familia florentina y sus lazos con Francia.
El fin de naturaleza política de este cuadro son subrayados por la majestuosidad del papa, que viene dada por el uso de valiosos tejidos en las vestiduras pero también es ennoblecida por detalles como las manos sutiles, el códice miniado y la lente que el papa tiene en la mano, detalles encaminados a revelar en León no sólo al vicario de Cristo sino también al estudioso, digno heredero del Magnífico y de la cultura impulsada por éste y en relación con la cual el pontífice había alentado, también en el propio Rafael, el estudio de la Antigüedad para hacer resurgir el esplendor de la antigua Roma. Los resultados de los análisis ponen de manifiesto que los dos prelados, en segundo plano, fueron añadidos posteriormente; se ha planteado la hipótesis de que pudiera haber sido Giulio Romano quien ejecutara sus efigies, pues Rafael, autor del eficaz y majestuoso retrato del papa, estaba abrumado de encargos prestigiosos, por lo cual era cada vez más el taller, a través de sus miembros de más fama (además de Giulio Romano, Giovanfrancesco Penni, Giovanni da Udine, Raffaellino del Colle y otros), el que realizaba las innumerables tareas encomendadas a Rafael por la aristocracia y por los medios intelectuales de la Ciudad Eterna.