Rafael Sanzio - El sueño del caballero
- Detalles
- Marta Olmos
- Rafael Sanzio obras de arte
1504
Tabla, 17 x 17 cm, Londres, National Gallery
Mencionado con su pendant en el inventario de la colección Borghese (1650, 1693) en Roma, Las tres Gracias (Chantilly, Musée Condé), a fines del siglo XVIII fue comprado por un particular y revendido en Londres, donde, después de pasar por diversas colecciones de arte, fue cedido por Thomas Egerton en 1847 a la National Gallery. Ante un amplio y espléndido paisaje en el que se armonizan las obras del hombre y las de la naturaleza, aparece un joven caballero dormido, a cuyos lados se colocan dos figuras femeninas. Esta representación simbólica, en la cual se incluyen varias referencias a la literatura clásica (entre otros el Somnium Scipionis [Sueño de Escipión] de Cicerón), es un tema muy del gusto de una cultura impregnada de humanismo y lecturas doctas: la exhortación dirigida a un joven. Éste, dormido debajo de un arbolito de laurel, es visitado en sueños por dos figuras: la Virtus, la figura de mujer de la izquierda que, con vestimenta más modesta, muestra la espada y el libro, símbolos de la vida activa y contemplativa, y la Voluptas, la donosa mujer con ropaje deliciosamente flotante y que tiende al joven un ramillete florido, símbolo de los placeres terrenales.
Si bien habitualmente hay una contraposición de las dos figuras que representa una elección a la cual se somete al hombre, en este caso concreto la crítica es proclive a ver en la imagen una incitación al joven a armonizar las dos inclinaciones según dictámenes caros a la filosofía neoplatónica. La obra podría haber tenido como destinatario a Scipione Borghese (por la alusión al Somnium Scipionis ciceroniano y porque la tablita procede de la colección familiar) o a Francesco Maria Della Royere, cuya madre, Giovanna Feltria, hija del duque Federico de Montefeltro, encargó otras obras a Rafael, obras siempre cargadas de implicaciones doctas y humanistas (San Miguel y el dragón y San Jorge y el dragón, ambas en el Musée del Louvre de París), y fue la más enérgica protectora del joven Sanzio.