1933
Óleo sobre tabla, 24 x 19 cm Ottawa, The National Gallery of Canada, ant. Henry P. Mcllhenny Collection

La enigmática alusión a las anamorfosis cónicas contenida en el título se explica por la sugestión que ejercían sobre Dalí los engaños de las percepciones visuales y las deformaciones de los objetos y de la figura humana, tan frecuentes en sus pinturas. El ejemplo más célebre de anamorfosis es quizá la calavera de Los embajadores de Hans Holbein, de 1533. En la figura de espaldas se reconoce por la cabeza calva y el bigote, visible en escorzo, al revolucionario Lenin, cuyo rostro reaparece en un cuadro del mismo año, El enigma de Guillermo Tell. En el extraño personaje con un cangrejo en la cabeza que parece estar a punto de entrar en la habitación iluminada se ha visto al escritor ruso Máximo Gorki. En el fondo de la estancia, la pequeña figura de Gala, que sonríe de una manera bastante grotesca, lleva una chaquetilla de colores bordada que luce en muchos otros cuadros. La situación es tan absurda que escapa a cualquier hipótesis que no se adentre en la maraña neurótica y visionaria de las experiencias personales del autor. Sobre el hueco de la puerta está colgada una reproducción del Ángelus de Millet, al cual Dali atribuía ocultos significados eróticos y que pudiera ser la clave para interpretar la escena entera. En Le mythe tragique de l'Angelus de Millet escribirá: "En junio de 1932 me viene de repente a la cabeza, sin ningún recuerdo próximo ni asociación consciente que permita una explicación inmediata, la imagen del Ángelus de Millet... Experimento una profunda impresión y me siento trastornado porque, si bien en mi visión de la imagen todo corresponde exactamente a las reproducciones del cuadro que conozco muy bien, se me aparece totalmente modificada y cargada de tal intencionalidad latente que deviene para mí la obra pictórica más desconcertante, más enigmática, más densa y rica en pensamiento ue ha a existí >,