Diego Velázquez - Retrato ecuestre del conde-duque de Olivares
- Detalles
- Marta Olmos
- Diego Velázquez obras de arte
Año 1634
Óleo sobre lienzo, 313 x 239 cm Madrid, Museo Nacional del Prado
Don Gaspar de Guzmán, hijo del segundo conde de Olivares, nació en Roma el 6 de enero de 1587. Fue llamado por Felipe IV para ocupar el cargo de primer ministro y se le concedido el título de duque, además del de conde de Olivares. El condeduque de Olivares, protector de Velázquez, al que había llamado a Madrid, cayó en desgracia en enero de 1643, si bien no arrastró en su caída a su protegido, que había obtenido la estimación del rey. Olivares fue alejado de la corte y murió en 1645.
El retrato ecuestre fue ejecutado en la cima de su poder y se cuenta entre los más expresivos realizados por Velázquez, que no retrata a un miembro de la familia,real, sino al hombre que muchas veces reveló ser más poderoso que el propio rey. Velázquez reconoce este poder representando al conde a caballo, un honor generalmente reservado sólo a los jefes de estado.
Olivares, célebre por su habilidad como jinete, aparece con el sombrero adornado con plumas, el bastón de mando y la coraza ornamentada en oro, aprestándose a saltar en diagonal desde una altura a la profundidad del cuadro. La figura de espaldas está situada de manera oblicua con respecto al lienzo, cuya entera extensión ocupa. Con la cabeza vuelta de lado, el condeduque dirige la mirada al espectador de arriba abajo. La cabeza del magnífico caballo marrón está, por el contrario, dirigida hacia una vasta y profunda llanura, de la cual se eleva el humo de la pólvora de los disparos y el de los incendios y donde se deja ver el tumulto en miniatura de un combate.
Contrariamente a lo que se ha supuesto algunas veces, no se representa una batalla en concreto, sino que más bien pretende ser la exaltación de las dotes militares del hombre que había guiado a los ejércitos del rey obteniendo 'innumerables triunfos. En al ángulo inferior izquierdo se ve una hoja de papel blanco desplegado. El artista, que por lo general no fecha ni firma sus cuadros, incluye a menudo en ellos estas hojitas en blanco.