Vincent van Gogh - Naturaleza muerta con mesa de dibujo, pipa, cebollas y cera
- Detalles
- Marta Olmos
- Vincent van Gogh obras de arte
1889
Óleo sobre lienzo, 50 x 64 cm Otterlo, Króller-Müller Museum
Van Gogh se había lanzado varias veces a pintar naturalezas muertas, es decir, composiciones de objetos inanimados. La de Otterlo, sin embargo, es insólitamente abigarrada: en el espacio del lienzo, encima y alrededor de una mesa, se acumulan los objetos más diversos, desde una botella vacía hasta algunas cebollas y además un plato, una vela encendida, un sobre, una tetera, un libro, la pipa con la provisión de tabaco, un sello de cera. Las diferentes formas, la materia y la consistencia de los objetos están en el centro de los intereses de Van Gogh, que se para a pintar la tosquedad de la madera de la mesa, la portada del libro, que tiende a arrugarse, la transparencia del vidrio, la hojas verdes de las cebollas. El conjunto muestra ampliamente el modo de utilizar los dos instrumentos principales con los que el artista se expresaba, el color y la pincelada.
Como es característico de la época de Arles, el cromatismo es especialmente vivo y la nota principal la da el amarillo intenso del plano de apoyo. Las tonalidades frías, verdes y azules, sin igualmente luminosas y ni siquiera las zonas de color más oscuro, como el interior de la tetera o el borde inferior de la mesa, apagan el acorde general sino que, por el contrario, lo equilibran. Aunque todavía no llega a crear los signos curvos o incluso espirales que utilizará posteriormente, el pintor combina, según las necesidades, pinceladas que van en distintas direcciones. La mesa se construye con estrías horizontales, cargadas de color, que se contraponen a las verticales de la botella y a los rasgos deshechos que sugieren las formas de las cebollas; la pared de fondo, por el contrario, es reavivada por breves toques de distintos colores, que recuerdan el interés de Van Gogh por las técnicas impresionista y puntillista.