Vincent van Gogh - Dos girasoles
- Detalles
- Marta Olmos
- Vincent van Gogh obras de arte
1887
Óleo sobre lienzo,
43,5 x 61 cm
Nueva York, The Metropolitan Museum of Art
Durante los dos años pasados en París, Van Gogh profundizó, mediante la visión directa de las obras, en el estudio del color, que había empezado a apasionarlo leyendo las teorías de Delacrobc. Los impresionistas habían revolucionado por completo la paleta decimonónica, introduciendo la costumbre de pintar sobre fondo blanco, con un colorido claro y bañado de luz. Las estampas japonesas, que el pintor coleccionaba desde hacía tiempo, le ofrecían además ejemplos de centelleantes acordes de colores complementarios y mantenían el uso del negro, desterrado, por el contrario, de la paleta impresionista. En un principio, bajo la fascinación de las obras de Adolphe Monticelli, Vincent había pintado una larga serie de naturalezas muertas con jarrones con flores. Los dos girasoles del Metropolitan Museum presentan una concepción absolutamente distinta: Van Gogh ha optado por encuadrar sólo las corolas, colocándolas en primerísimo plano, sobre un fondo azul. El resultado es una visión de gran frescura, que el artista había creado mezclando ideas preexistentes: por una parte, había traducido al tema floral sus naturalezas muertas de zapatos, muy próximas en el corte, en el uso de un fondo monocromo indefinido e incluso en la idea de mostrar los objetos uno del derecho y otro del revés. Por otra, se había inspirado en las estampas japonesas: algunos ejemplos de Hokusai, uno de los artistas predilectos de los amantes del japonismo, presentan composiciones análogas, con flores y hojas ante fondos monocromos. De la gráfica oriental recupera el artista el uso del negro, obteniendo efectos particulamente "gráficos", en las formas caprichosas de los pétalos, pintados con precisión uno por uno, y en las rayas oscuras de dentro de las flores, trazadas con la punta del pincel. Este cuadro demuestra que Vincent había asimilado ya los diversos lenguajes y era capaz de dominarlos, utilizándolos en combinación a su gusto y creando de ese modo representaciones nuevas y personales.