1908
Óleo sobre lienzo, 92 x 73 cm Moscú, Museo Pushkin

Picasso - Casa en un jardín

El verano de 1908 lo pasaron Picasso y Fernande en La Rue de Bois, a sesenta kilómetros de París. Allí, el artista español realizó algunos desnudos pero sobre todo paisajes, en los cuales se observa un distanciamiento del arte africano en favor de un estudio vinculado a artistas más cercanos a él, como Rousseau, Cézanne y sobre todo Braque. Los paisajes de este último lo fascinaban por la ausencia de cielo, por la fusión entre elementos diversos y por el modo en que se mezclaban lenguajes diferentes. En esta obra, Picasso busca, más que nunca, llegar a resultados similares a los de Braque, sobre todo en la manera de tratar el tejado de la casa, los muros cinta y el follaje de los árboles inclinados. Los dos artistas estaban desarrollando una colaboración cada vez más estrecha, un apretado intercambio de ideas, de maneras de pintar y de situarse ante la naturaleza. Los bloques pesados y ásperos de Árboles en L'Estaque de Braque, por ejemplo, se inspiran en los cuerpos monumentales de las Tres mujeres de Picasso. Hijo de una familia de decoradores, Braque estaba acostumbrado a trabajar en contacto con otros y fue él quien convenció a su amigo español para que trabajasen juntos y éste abandonase aquella "terrible soledad", como la describió Kahnweiler, la cual era consecuencia de las acerbas críticas recibidas tras mostrar Las señoritas de Aviñón. Ésta fue para Picasso una experiencia nueva que lo enriqueció tanto humana como artísticamente, además de ser fundamental para la afirmación del cubismo y para la evolución del arte del siglo XX en su totalidad.