Francisco de Goya - El aquelarre

Años 1797-1798
Óleo sobre lienzo, 44 x 31 cm Madrid, Museo Lázaro Galdiano

Forma parte de una serie de ocho telas para el despacho de la duquesa de Osuna en la propiedad suburbana de la Alameda, ciclo al que se alude habitualmente como los "asuntos de brujas" para la Alameda. Goya presentó la factura el 27 de junio de 1798. Remitimos al estudio introductorio para la compleja situación cultural en la que se insertaba este tipo de pintura; aquí nos limitaremos a recordar que los temas elegidos, aparentemente extravagantes, estaban de moda entre la aristocracia intelectual frecuentada por el pintor y que algunos de ellos tienen su origen en obras teatrales de la época.

En este cuadro, el macho cabrío (Satanás) de ojos llameantes reúne en torno suyo a un grupo de brujas que le ofrecen niños, raptados por ellas mismas, como víctimas para el sacrificio, mientras él dirige el rito con las patas delanteras levantadas. Algunos murciélagos aletean sobre el aquelarre en el cielo nocturno, en el que nubes siniestras velan una luna en forma de guadaña. Aunque el tema sea terrorífico, su tratamiento no es inmune a un talante satírico y divertido que desaparecerá totalmente, dejando paso a una negra visión de incubo, en los murales de la Quinta del Sordo, donde el pintor volverá sobre el mismo tema.