Dalí - Rostro paranoico (Un Picasso escondido)
- Detalles
- Marta Olmos
- Salvador Dalí obras de arte
1935
Óleo sobre un soporte desconocido, 62 x 80 cm Paradero desconocido (probablemente destruido)
El tema de esta pintura, un ejemplo de la serie de imágenes dobles que Dalí había iniciado con El hombre invisible en 1929, puede ser tanto un paisaje que muestra un poblado africano, con varias figuras en torno a una construcción cupuliforme, como un rostro humano, mucho más evidente si se gira la imagen noventa grados hacia la derecha. En este caso se verá una cara de rasgos destacadamente picassianos. La posibilidad de crear imágenes capaces de mostrar significados remotísimos entre sí, simplemente con fijar la atención en unos detalles o en otros, en un proceso que tiene lugar en su totalidad en la mente del artista, primero, y del observador, después, fascinaba a Dalí hasta el extremo de cultivarla con frecuencia a lo largo de su carrera. Son ejemplos famosos la Aparición de un rostro y un frutero en una playa, El gran paranoico, Las tres edades. Había dado una bellísima prueba de habilidad en la alteración de una imagen en el Rostro de Mae West como apartamento surrealista, en el cual los ojos de la actriz pasaron, con el aditamento de detalles sólo apreciables vistos de cerca, a ser sendos paisajes con elaborados marcos dorados, que sin embargo no perturban en modo alguno la exactitud de la representación fisionómica. En 1941, en Estados Unidos, el pintor volverá sobre esta imagen, publicada en su escrito La conquista de lo irracional, reelaborándola y añadiéndole la fecha y la firma.