1950
Óleo sobre lienzo, 144 x 96 cm Tokio, Colección Grupo Minami

Dalí - La Madonna de Port Lligat

Este gran lienzo inaugura una nueva etapa en la pintura de Dalí marcada por una recuperación de la tradición de la Iglesia católica y por una entrada masiva de asuntos religiosos en sus cuadros. Su nuevo entusiasmo por la religión lo indujo a pedir audiencia al papa Pío XII, al cual regaló una versión de este cuadro de dimensiones más reducidas. Inspirada en los cuadros de altar renacentistas, sobre todo en la Pala de Brera de Piero della Francesca en el gesto de la Madonna, pero también en el misterioso huevo colgado y en la concha, que está del revés este cuadro presenta muchas de las características anunciadas en la Leda atómica y, antes aún, en la Separación del átomo (Desmaterialización junto a la nariz de Nerón), de 1947. El rasgo más destacado de todos estos cuadros es la separación de los diversos elementos de la composición, que aparecen como lanzados al espacio, sostenidos en equilibrio por misteriosas fuerzas de atracción y repulsión, a la manera de los elementos constitutivos del átomo. Las consecuencias de este descubrimiento llevarán a Dalí a experimentar con una ulterior composición de la figura, de donde saldrá la llamada "pintura corpuscular" de la Galatea de las esferas o de la Explosión de cabeza rafaelesca. El cuadro muestra una singular mezcla de imágenes, algunas de las cuales han devenido ya una constante en la producción daliniana, como la figura de Gala, repetida aquí lo menos tres veces, y la vista de la bahía de Port Lligat. Otras son una recuperación de antiguos motivos dalinianos, como el pez, las conchas y sobre todo el trozo de corcho colgado del clavo. Y otros que anticipan futuras obsesiones, como el rinoceronte con el cuerno roto, en el pedestal de la Virgen. Precisamente en torno al cuerno del rinoceronte construirá Dalí toda una extravagante teoría sobre la afinidad entre la espiral logarítmica que está en la base de muchas estructuras vegetales y animales y el cuadro La encajera de Vermeer, conservado en el Louvre.